Improvisar
Improvisar es la habilidad de emplear el tiempo y los recursos en beneficio de la organización para responder a lo inesperado y no planeado.
En ocasiones en nuestro quehacer diario surge que debemos improvisar, definamos que es improvisación “Hacer una cosa de pronto, sin preparación alguna y con los medios de los que se dispone en ese momento”.
Podemos añadir algunos matices a esta definición para comprender mejor el concepto de improvisación:
Adaptación a lo inesperado: Improvisar implica la capacidad de adaptarse rápidamente a situaciones nuevas y cambiantes, sin perder la calma ni la orientación.
Creatividad y originalidad: La improvisación a menudo requiere pensar de manera lateral y encontrar soluciones innovadoras a problemas imprevistos.
Toma de decisiones rápida: Al improvisar, se deben tomar decisiones de manera rápida y eficaz, sin la posibilidad de una reflexión prolongada.
Confianza en uno mismo: La improvisación exige una gran dosis de confianza en nuestras propias capacidades y en nuestra habilidad para encontrar soluciones.
La improvisación es una habilidad valiosa en diversas áreas de nuestra vida:
Artes: En la música, el teatro, la danza y otras disciplinas artísticas, la improvisación es una herramienta fundamental para crear y expresar.
Trabajo: En el ámbito laboral, la improvisación puede ser necesaria para resolver problemas inesperados, presentar ideas de manera espontánea o adaptarse a cambios en los proyectos.
Relaciones interpersonales: La capacidad de improvisar en una conversación o en una situación social puede mejorar nuestras relaciones con los demás.
Vida cotidiana: En nuestra vida diaria, la improvisación nos permite afrontar imprevistos de manera flexible y adaptarnos a situaciones cambiantes.
Beneficios de la improvisación
Desarrollar la habilidad de improvisar puede aportarnos numerosos beneficios:
Mayor flexibilidad: Nos ayuda a adaptarnos mejor a los cambios y a salir de nuestra zona de confort.
Aumento de la creatividad: La improvisación estimula nuestra capacidad de generar ideas nuevas y originales.
Mayor confianza en nosotros mismos: Al enfrentarnos a situaciones inesperadas y encontrar soluciones, nuestra autoestima se fortalece.
Mejores habilidades de comunicación: La improvisación mejora nuestra capacidad para expresarnos de manera clara y concisa.
En el mundo actual la improvisación se ha aceptado como una metodología dinámica que bien como lo indica el punto anterior va en beneficio de nuestra vida donde nos desenvolvemos. Por lo que se tiende entonces a otorgar poder a las personas innovadoras, creadoras, para llevar a cabo proyectos y procesos que puedan adaptarse de manera rápida a las exigencias de los usuarios y consumidores, muchos gerentes en la actualidad relacionan proyectos de actividades corrientes con la improvisación o creación en marcha.
¿Podemos desarrollar la habilidad de improvisar?
Los especialistas señalan que:
a) se exagera el aspecto espontáneo de la improvisación porque ésta no consiste en momentos de inspiración «brillantes»; por el contrario, detrás de una improvisación efectiva se encuentran muchas horas de preparación y de estudio.
b) la improvisación no siempre conduce a resultados positivos.
D. Vera y M. Crossa contestaron la pregunta anterior de la siguiente manera (Improvisation and Innovative Performance in Teams. Organization Science, Linthicum: mayo-junio de 2005):
Estos investigadores se dedicaron al estudio de la improvisación en el jazz y en el teatro para comprender el trabajo de los integrantes de equipos dedicados a la innovación y la adaptación en tiempo real. Se preguntaron: ¿si músicos y actores aprenden a improvisar e innovar en tiempo real, por qué no pueden hacerlo también quienes integran equipos de trabajo en las organizaciones? Sus conclusiones señalaron que lo primero que se requiere para que la improvisación tenga lugar y sea efectiva es la creación de un contexto favorable.
El entrenamiento se basa en ejercicios utilizados por los actores de teatro de improvisación, donde estructuran lo espontaneo donde suben al escenario sin tener nada, en este mundo de teatro lo llaman “Harold” el cual consiste en salir a escena sin tener la menor idea del personaje o la obra que van a representar, aceptan la sugerencia del público y tras una breve reunión los actores hacen una representación de media hora partiendo de cero.
En el libro de Malcom Gladwell Inteligencia Intuitiva comentan que una obra de teatro de un grupo llamado Mother suben al escenario y piden una sugerencia a los presentes y le gritan Robots. Una de la actrices empieza la acción, posteriormente esta actriz comento que le había sugerido la palabra <<Robots>> era el distanciamiento emocional y la forma en que la tecnología afecta las relaciones. Así que sin pensarlo dos veces avanzo en el escenario haciendo como si leía una factura de una compañía de televisión por cable.
Este tipo de teatro sin guion es un buen ejemplo del pensamiento improvisado intuitivo de lo que ellos desean, cumpliendo con la primera regla que se han colocado “Hacer Reír al Público”. Después de cada presentación los miembros de este grupo se reúnen y se autocritican y critican ¿Por qué? Ellos se rigen por normas y desean que cada vez que salen a escena a improvisar deben regirse y atenerse a estas normas. Otro ejemplo de improvisación son los juegos de Beisbol, Basquetball, futbol, etc, en donde se tienen reglas de juegos pero los jugadores deben tomar decisiones espontaneas que son tomadas en fracciones de segundos y esto es posible cuando todos los jugadores han pasado muchas horas de entrenamiento repetitivo y estructurado, perfeccionando sus movimientos y aceptando que durante la acción cumplen una función muy bien definida. Todos somos hábiles para inhibir acciones, si nos bloqueamos al momento de improvisar o lo realizamos mal bloquearemos la acción espontanea de nuestra función definida <<los buenos improvisadores desarrollan la acción>>.
Ahora bien, se admite que falta evidencia empírica que demuestre el éxito de este tipo de acciones en la vida organizacional, o como podemos deducir las enseñanzas derivadas de las improvisaciones de los músicos de jazz ―a partir de las famosas jam sessions― no se utilizan demasiado en las empresas porque sus técnicas son menos accesibles para los que no saben nada de música.
Para intentar comprender las que utilizan los actores, quizás sea útil citar a uno de éstos, quien se expresó (Los que improvisamos no somos improvisados. Hay una técnica precisa que es la que se desarrolla y se entrena para liberar todo lo que uno tiene y cree que puede llegar a servir, sin que se crucen negaciones ni críticas en ese momento de creatividad. Esa técnica hace que uno no tenga bloqueos ni inseguridades. La duda y la inseguridad son los obstáculos mayores para cualquier actor. El improvisador entrena para liberarse de esos miedos que la educación, el esquema cultural, nos impone. La limpieza de estos es la puerta de salida para la liberación de un actor.
¿Hay reglas para la improvisación?
Si la hay sí, la vida es creatividad, arte, juego, todo lo que uno se propone. El sí como forma de aceptar lo que uno trae para jugar a ser. Aceptar es reconocer lo que está sucediendo. El decir sí no es un sí impune, donde todo vale. Este concepto, de que cuando se improvisa todo vale, es lo que durante años provocó la desvalorización del término improvisación, provocando que se usara en tono despectivo es algo improvisado..., es un improvisado.... Decir cosas sin sentido, porque se me vienen a la cabeza, se parece más a delirar que a improvisar. Improvisar es generar en forma cooperativa una historia a la que le inventamos los diálogos, en la búsqueda de lo que queremos de acuerdo a la regla en el teatro divertir, en el deporte ganar, en la vida organizacional cumplir el objetivo de nuestra función.
Si en una empresa la evaluación del desempeño favorece la habilidad de improvisar, quizás lo que dice el tango sirva de inspiración:
Algunas nuevas teorías postulan que no existen los hechos en estado puro, sino de la interpretación que cada uno hace de ello. Por otra parte el PNL defiende que en realidad somos propietarios de la percepción que le damos a lo que nos ocurre mediatizada por el resultado de nuestro sistema de creencias, nuestro repertorio de experiencia y nuestra fabrica de expectativa
Lo cierto es que debemos estar entrenando para estar preparado para improvisar y que las condiciones de nuestro entorno a veces no son de nuestro agrado y que en algún caso el ambiente cambia y se transforma de manera radical. Podemos entrar a una reunión con un objetivo y fin proponiendo escenarios y uno de los presentes nos lo puede cambiar de manera súbita y tomar otra dirección por realidades no observadas dentro de una planeación.
El tema acá planteado tiene el objeto de llamarnos a la reflexión de prepararnos para realizar procesos de cambios de manera dinámica sin dañar la estructura, liderazgo, servicio, etc., de la organización donde pertenecemos. Ya que esta última son estructuras de cooperación montadas sobre un sistema de previsiones para asegurar que la delegación del trabajo tenga éxito. Esa es la razón por la cual se necesitan las rutinas, los procedimientos y procesos, la estructura jerárquica y la disciplina. Todos ellos ratificadores del viejo apotegma de Henry Fayol de que la autoridad es “el derecho de mandar y el poder de hacerse obedecer”. Se espera que, por esta vía, lo previsto se cumpla. Previendo que tenemos una porción de la realidad que es imposible de vaticinar y por más cálculos y aproximaciones precisas del futuro siempre tendremos eventos frente a los cuales tendremos que improvisar y tomar decisiones rápidas evitando decisiones ambiguas sin miedo al fracaso asegurándonos que las acciones a emprender y los riesgos sean buenos.
Tomar decisiones es una habilidad que se aprende y una decisión rápida a veces es mejor que un plan perfecto.
¡!!!Ahora nos Toca actuar en el Teatro de improvisaciones…. Con Reglas!!!!
Frases:
¿Quién no se ha quejado alguna vez de la cantidad de esfuerzo y tiempo que emplea diariamente en apagar incendios que tienen que ver, sobre todo, con fallos en la comunicación? ¿Quién no ha escuchado en algún momento que el principal problema de las organizaciones reside en la pérdida de productividad y que ésta habitualmente se evapora en interminables reuniones que tratan una y otra vez conflictos no resueltos en el pasado?
Ignacio Martínez Mayoral
Saludos.✔️
José A. Serrano G
Aquí les dejo mis enlaces